Sufrimos profundamente tu partida,
y derramamos por usted lágrimas con mucho orgullo.
Hablar de usted es sentir orlado de oro el pensamiento.
Gracias Mario por enseñarnos a todos, con tus letras doradas colmadas de ternura, donde queda el sur.
Adiós Camarada del amor y del verso.
Ing. Félix González B.
1 comentario:
Latinoamèrica tiene muy buenos escritores, sin duda
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