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noviembre 27, 2009

Caminando a pie en la selva con sus pesadas armaduras, quedaban los españoles después que el puma les comía los caballos.


Los pumitas son inválidos como los bebes humanos y los primeros dos años de los dieciocho que vivirán en promedio, los pasan bajo la tutela de sus solicitas madres.

Es raro que los pumas siguieran sin la descripción zoológica que les correspondía, después que Humboldt los observara en las selvas americanas. Entonces se les conocía con ese nombre, tomado de la lengua de los araucanos en el Perú, cuyos árboles, igual que en los de nuestra Guayana y el Amazonas mostraban habilidades de doctos trapecistas. En el medio semiaereo tenían parte de su hábitat, ya que eran capaces de cazar mono, saltando si era necesario de un ramaje a otro, sin perder el equilibrio. Hace solo siglo y medio que se les clasifico como integrantes del genero Felis concolor. La primera palabra es apropiada porque en latín significa gato, pero la segunda no, porque quiere decir de un solo color.

Los nuestros, si es que todavía no los hemos extinguido, son pardos amarillentos con una franja negra a lo largo del espinazo. Son pequeños si se les compara con los de las regiones templadas en la Patagonia y el Cabo de Hornos, donde son grisáceos, o con los del Sur del Canadá y las Montañas Rocosas de los Estados Unidos. Los pumas argentinos tienen a las gigantescas aves ñandúes, su plato tradicional. En Norteamérica fueron encontrados ejemplares de hasta cien kilos de peso, dos metros de longitud y un metro de rabo, en la época en que abundaban los bisontes que les proporcionaban una inagotable dieta de ricas carnes, a la que debían su corpulencia y su gran talla. Durante milenios vivieron de este recurso contribuyendo a controlarlo y a fortalecerlo, lo cual es muy diferente del exterminio que encabezara Búfalo Bill.




Hace años las autoridades de Arizona pasaron un susto; los venados se multiplicaban exageradamente, acabando con las áreas verdes, porque se había extinguido el puma, su único depredador

Ahora todos sabemos quienes eran los salvajes entre individuos como este y los mencionados animales. Estos serian los haces del brinco, ya que en menos de un segundo dan saltos de doce metros y con la misma rapidez inmolan a sus presas. Pocas maquinas poseen los resistentes y, sin embargo, delicados resortes, que tienen los felinos en sus músculos. Gracias a esa cualidad pueden caer de alturas de hasta diez y ocho metros, equivalentes a la de edificios de seis pisos, sin que les suceda nada en absoluto. Aun los tropicales que son mas pequeños, tienen la faculta de beneficiar piezas de una tamaño mucho mayor que ellos.

Sus garras alargadas y particularmente retractiles y su cabeza más redonda que la del jaguar, a los tigres y leones del Viejo Mundo, unidas a la proverbial agilidad de la familia de los felinos o gatos, les permiten compensarse satisfactoriamente de sus desventajas. Los pumas son los únicos felinos que maúllan como los mininos caseros, en vez de rugir como los otros. Acusados de afectar los rebaños domésticos, han sufrido la persecución humana que los ha diezmado en los parajes del Nuevo Mundo de los que son originarios y en los que aparecieran millones de años antes de que los primeros grupos mongoloides cruzaran el puente de aguas congeladas en el estrecho de Berihng, para extender hasta aquí el hábitat del Homo sapiens.

El equivocado nombre de león americano que le dieran los españoles de la conquista, fue inspirado por el parecido de estos cuadrúpedos con las hembras del supuesto rey de la selva en África y Asia. Pero sus lazos genéticos con aquel y con su vecino, el jaguar, son los de simples y lejanos primos. Es en cambio medio hermano de las onzas, el gato montes y el cunaguaro. Junto con ellos tendría un abuelo común como el que nosotros compartimos con los monos. Aunque los indios veían con terror a los caballos que se habían ido de aquí cuando ellos llegaron, los pumas cantaron el aleluya al verlos y fueron muchos los invasores que por esa causa se quedaron a pie mientras buscaban El Dorado.

Los machos son como el General Gómez, ya que abandonan el lecho nupcial después del intercambio para la reproducción. Las hembras afrontan solas su embarazo y la crianza de los cachorros que nacen a los tres meses mas o menos, en grupos de a cuatro. Salen grandecitos, con treinta centímetros de longitud y medio kilo de peso. Sus pintas oscuras que después desaparecen hicieron que el Inca Garcilaso de la Vega asegurara en sus famosos Comentarios Reales que “son hijos de tigre porque tienen las manchas del padre”. Toca a la madre también hacer de maestra al enseñarles, a partir de los seis meses cuando les quita el pecho, el arte de cazar que dominan del todo, a los dos años de edad, cuando empiezan a vivir por su cuenta.

noviembre 20, 2009

Durante las glaciaciones el Avila y los Andes fueron sepultados por hielos que llegaban al Ecuador.



La invasión de los hielos en las zonas ecuatoriales se registro varias veces en el cuaternario y por igual en los cincos continentes.


Uno se pregunta en qué parte de la Tierra se guarecieron las plantas, los animales y los hombres durante los cuatro periodos del ultimo millón de años, en los que los hielos de gran espesor, descubrieron la tercera parte de los continentes. He aludido a las glaciaciones, cuya causa es desconocida aun a pesar de las diferentes teorías que tratan de explicarlas. Se ha comprobado que existieron por las huellas erosionadas que dejaron en los lugares que invadieron. Groenlandia fue un puente de hielo entre America y Asia, semejante al que comenzaba en Inglaterra y penetraba por Dinamarca y Holanda hasta concluir en Rusia, con una altura de dos kilómetros. Así como los Alpes y los montes Apeninos fueron cubiertos por el agua congelada, debió ocurrir lo mismo con los Andes y con nuestra Cordillera de la Costa.

La majestad del Ávila, debió ser profanada cuando quedaran sepultado bajo las pesadas y colosales montañas blancas, que en distintos momentos llegaron hasta el Ecuador. En el Astro Rey, están las manchas solares, consideradas oscuras no porque en realidad lo sean, sino porque son regiones con una luminosidad marcadamente menor que la habida en su derredor. Por tal razón seria igualmente menor sus aportación de calor al planeta, lo cual originaria el frío que da lugar al fenómeno que comentamos. Esta hipótesis no ha sido confirmada ni tampoco otras en las que la deducción científica esta acompañada de buenas dosis de imaginación.



Durante las glaciaciones, los inviernos eran mas crudos y los veranos eran inexistente en la práctica, por lo cual dejaban intacto los hielos polares.


Los geólogos aceptan el planteamiento de que los polos estuvieron en una fase sin precisar, donde ahora se encuentran el Pacifico y el Atlántico. El doctor Paúl Siple, que dirigió las investigaciones del Año Geofísico Internacional en la Antártida, estima que la Tierra se ha bamboleado varias veces, con el fin de recuperar el equilibrio, afectado por el nacimiento de las montañas. Estas aumentarían el peso de la zona en que aparecen, ocasionando un efecto igual al platillo de la balanza, que se inclina porque se han puesto una pesa.

Según el extinto catedrático Maurice Ewing, fundador del laboratorio de geología submarina mas grande del mundo, la corteza de la tierra se movió en torno de su centro, igual que la cáscara de una naranja que se deslizara sobre la masa redonda que forman sus gajos.

Los expertos no se atreven a pronosticar si en un porvenir lejano aparecerá una nueva glaciación, o si por el contrario, los actuales polos se licuarían elevando en casi un centenar de metros, el nivel de los mares. En el primer caso, el hombre tendría que abandonar sus ciudades de los climas templados para instalarse en las áreas de temperaturas soportables en los trópicos. En el segundo caso, tendría que alejarse de los puertos para residenciarse en las faldas de las montañas. Pudiera ser que su desarrollo tecnológico le permitiera concentrar enormes rayos solares contra el avance de los hielos o construir gigantescos diques contra el avance de las aguas.

Seria probable que el supertécnico que habría dentro de diez mil años, anticipara suficientemente la aparición de estos cambios espectaculares de temperatura. Harold Urey, el descubridor del hidrogeno pesado, aplico con sus colaboradores de la Universidad de Chicago, isótopos de oxigeno radiactivo en conchas de moluscos de hasta trescientos mil años. Pudo comprobar que cada cuatrocientos siglos ha habido en el mar fluctuaciones de 5,5º C. Esto coincide con la hipótesis del ruso Milutin Milankovitch, formulada en 1920, de que las glaciaciones se registran después de lapsos que tienen precisamente, esa duración.

Los antropólogos han señalado la influencia que esas transformaciones climáticas han ejercido en el desarrollo de la humanidad. Fue la intensidad de los inviernos nevados lo que obligo a los asiáticos a invadir Europa y propiciar el surgimiento de culturas indoeuropeas como las de los griegos y romanos. Parece que en las postrimerías de la última glaciación, los primeros inmigrantes orientales instalados en Norteamérica, se vieron forzados a mudarse al sur, poblando el resto del continente. Hay un hecho cierto representado por 750 mil millones de toneladas de gas carbónico que el hombre civilizado le ha añadido a la atmosfera a través de los incendios boscosos para la agricultura y de las chimeneas industriales. Esa capa de gas carbónico hace un efecto de invernadero, pues deja pasar el calor del sol y de los rayos cósmicos, pero le impide devolverse, por lo cual es previsible un aumento de temperatura en los próximos milenios

noviembre 12, 2009

Cuando las plantas padecen anemia por falta de hierro sus hojas se tornan blancas como si fueran de papel



El hierro es básico para los glóbulos rojos, pero desconocemos la ubicación exacta del vanadio, que cuando falta del todo quita el apetito y cuando sobre, aumenta las grasas en los cerdos.

No debemos sorprendernos de que en el cuerpo
humano estén presentes casi setenta elementos de la materia, entre gases, metaloides y metas. Esta es una herencia que todos los seres vivientes terrestres, hombres, plantas, animales, microbios trajimos del mar, cuna de la vida primigenia en el que están disueltos casi todos los cuerpos, comprendidos en la tabla de Mendeliev. Lo que si resulta interesante es el hecho de que los pobladores de las aguas azules, no solo aceptaran en su constitución a esos elementos, sino que también aprendieran a aprovecharlos de la manera mas optima. Así, el caldo inerte del océano con todas las sustancias que flotan en el, tiene hoy su replica en la sangre aunque esta no solo sea transparente y haya adoptado el color rojo.

Además, la sangre es un tejido vivo y el agua marina no alcanzara nunca ese tango. Pero sigamos con nuestro asunto. Un bioanalista comprobaría que estamos hechos de un 65% de oxigeno, un 18% de carbón y un 10% de hidrogeno, los cuales junto con las visibles proporciones de calcio y de fósforo en el esqueleto, compartirían la denominación de macroelementos. Estamos familiarizados con ellos y también con minerales que intervienen en nuestra fisiología, como agentes decisivos de la buena salud y de la alegría de vivir, pero en cantidades pequeñas e infinitesimales.

Son llamados microelementos u oligoelementos. El mas famoso de todos es el hierro, que al oxidarse le da su color a los glóbulos rojos. Está entre los poquísimos materiales que el organismo humano y el de los animales sabe reciclar, pues es retirado de los hematíes muertos para incluirlo en los que habrán de nacer. Por regla general se llama oligoelemento al que no llega a un gramo por kilo en la composición del cuerpo. En este caso se hallarían el sodio y el potasio. A ambos se le atribuyen las funciones de conductores eléctricos al servicio del cerebro y el corazón. Se estima que el último es en parte radiactivo, a fin de participar en las mutaciones genéticas exigidas por las readaptaciones.

Ya sabemos que la falta de hierro causa anemia en casi todos los miembros del reino animal. Data de hace poco tiempo relativamente, el hallazgo de que la carencia del mismo ocasiona un daño parecido a los árboles y a sus afines, pues les impide generar suficiente clorofila y les cambia el verde esperanzador de sus hojas por el cloro blanco del raquitismo. Aclaro como en las películas que cualquier semejanza con hechos reales y ficticios se debe a pura coincidencia, pues no simpatizo con ninguno de los dos matices. El cobre anda también en nuestro tejidos sin que sepamos cual es su oficio.

En cambio se ha determinado que las plantas que no tienen crecen mal, porque es un eficiente ayudante en la asimilación del nitrógeno, tan fundamental para la confección de proteínas. Ese metal de nombre tan extraño, el molibdeno, es indispensable para que los vegetales conviertan al fósforo inerte de la tierra en el fósforo orgánico de la vida, Se ha establecido que la inexplicable quema de ciertas hojas vegetales, se debe a la acción de sales nítricas empozadas en sus vénulas por falta del molibdeno que las hiciera circular. En cuanto al zinc se le observa un comportamiento contradictorio, pues mientra su carencia frena el crecimiento de las plantas su exceso hace lo mismo con animales como los erizos.

Los avances en esta área son posibles porque la ciencia dispones de aparatos que pueden identificar una solo parte de cien millones de partes, es decir, un gramo de sal en cien mil litros de agua. Así se ha descubierto que el hígado es un autentico centro minero, pues cuando nos excitamos vierte en el torrente sanguíneo partículas de manganeso, silicio, aluminio, titanio y cobre, que seguramente van a cumplir una misión reguladora aunque nadie sabe como. Otra novedad es la importancia del manganeso es la formación de los huesos, su ausencia los debilita al tiempo que disminuye el poder reproductivo y neutraliza algo tan sagrado y hermoso, como es el instinto maternal. Así, en una etapa preliminar esta el conocimiento de los oligoelementos. Cuando sepamos lo que hacen, como lo hacen y cuando lo hacen, se resolverán muchos de los actuales enigmas de la salud y de la vida.

noviembre 06, 2009

Caracas tiene pies de barro: descansa sobre un terreno con hendiduras semejantes a las de un vidrio estrellado.

A pesar de sus consecuencias, los terremotos contribuyen al nacimiento de montañas y de tierra que permiten renovar la vida.

SI CARACAS BAILARA al son que le tocan los terremotos, no habrían sido tan fatales las consecuencias de los mismos, y los del porvenir serian menos peligrosos si dispusiéramos de un buen equipo sismológico en Venezuela. Es cierto que la Providencia nos dio las bienaventuranzas del subsuelo que nos convirtieron en unos pobres ricos. Lo es de igual manera que en el interior de esa tierra tan generosa hay enormes heridas geológicas jamás cicatrizadas, las cuales representan un permanente riesgo por su inestabilidad.

Cuando el continente, como una persona dormida, se cansa de permanecer en una misma posición, la cambia para reacomodarse. No pasa nada si es usted el que se despereza y cuando la corteza terrestre hace lo mismo, surgen los alarmantes cataclismos en su superficie. Hay regiones en Europa donde las ciudades no han sufrido jamás estas catastróficas adversidades. Pero nosotros estamos ubicados en un cinturón frágil del planeta. Estamos hospedados en una zona convaleciente de antiquísimas lastimaduras que, al parecer, nunca serán subsanadas.



Estas sencillas recomendaciones pueden evitar muchas muertes durante un sismo; mantenga la calma y aléjese de objetos que puedan herirlo. En edificaciones bajas, salga pronto y apártese de balcones y paredes exteriores. En edificios altos, protéjase debajo de vigas o dinteles de puertas. Corte el gas, la electricidad y el agua. Si esta en la playa, aléjese del mar.

Los habitantes de San Francisco de California, donde a comienzos del siglo ocurriera un SISMO con pérdida de vidas relativamente escasa, tiene en su urbe y a lo largo de la linera zigzagueante que originara el hecho, miles de sismógrafos de todos los tamaños. Esto no tiene importancia para predecir un gran temblor. Ello seria contraproducente, por razones obvias. Sin embargo, es de una gran significación para conocer las debilidades probables del piso y construir los edificios de modo que se mantengan en pie, porque como los buenos nadadores, se dejan llevar por la ola. O sea, que cuando la Tierra se mece, ellos se mecen con ella. En Venezuela no tenemos esta previsión. Carecemos de una red de aparatos para vigilar este potencial riesgo bajo nuestro pies, y cientos de edificios no llenan los mínimos requerimientos de seguridad que tantas veces han señalado los bomberos.

Todo el norte de Venezuela es zona sísmica y aunque es muy difícil establecer las razones de esta contingencia, supone que su origen está en una época que se remota a los mil millones de años. Entonces África, America Latina y la India formaban un continente llamado Condwana. Si el mundo hubiera sido como hoy, una autopista nos conduciría a las pirámides egipcias a la derecha y la otra situada a la izquierda nos permitiría llegar a la India, sagrada, sensual y hambrienta. Desafortunadamente para las empresas turísticas, una reorganización del globo determinó la separación de esos tres grandes bloques, los cuales, como colosales baldosas, siguen alejándose entre si a una velocidad que se mide en centímetros por siglo. Este desplazamiento dio lugar a fracturas en la corteza terrestre, parecidas a las resquebrajadas en un cristal de ventana. Son las fallas, tan aludidas por los especialistas.
Hace unos años conversamos con los doctores Günter Fiedler y Luis Urbina Luigi, directivos de la Fundación Venezolana de investigaciones sismológicas, Fundavisis, quienes nos hablaron acerca de estas cicatrices geológicas que surcan nuestro país. Hay una que tiene varios ramales y por eso se denominan un sistema de gallas. Es la que parte de Boconó y termina en San Felipe. Tiene 400 kilómetros de extensión y en la misma ocurrieron los temblores que destruyeron Mérida en 1894, y El Tocuyo en 1950. Tenemos también la falla de El Pilar, que parte desde la Isla tortuga, atraviesa cumana y termina en el Golfo de Paria. Causo la destrucción de Cumaná y termina en el Golfo de Paria. Causo la destrucción de Cumana en 1929. Caracas tiene pies de barro porque descansa sobre un terreno con múltiples hendiduras. Además, tiene sectores aluvionales que tampoco ofrecen seguridad.

Ella está bajo la acción negativa del sistema de fallas de La victoria, la de Tacagua, y la probable de San Sebastian. De esto se desprende que la “sucursal del cielo”, puede serlo por otro motivo. Según los citados científicos, el 26 de marzo de 1812 murieron cuarenta mil personas en el SISMO que asolo a Caracas, es decir, un cinco por ciento de la población, que era de 800 mil habitantes en el país. No es descartable que un sismo de esta magnitud volviera a acontecer, porque hay vestigios que fortalecen la hipotesis de que el valle de Caracas fue transformado por un violento movimiento telúrico antes de la llegada de Colon. La única forma de oponerse a este posible suceso seria construir edificios con la flexibilidad apropiada para mantenerse durante estas estiradas de la tierra. Es inexplicable que aun la protección antisísmica de nuestra ciudad se haga simulando los módulos de terremotos extranjeros, en las computadoras donde se hacen los cálculos sobre el tiempo que debe durar la oscilación de los nuevos edificios.

noviembre 05, 2009

Aunque se lo tenía calladito la reina de las abejas tiene seis esposos y los mata durante su vuelo nupcial.

Si muriera una reina madre y sobrara las existencias de jalea real, ciertas obreras se volverían reproductoras, como señoritas viejas que al fin tienen hijos.

ES DE SUPONER QUE LAS abejas, que jamás podrían tomar un compás, un cuadrante y una regla, se anticiparan al hombre, en el uso de las leyes principales de la trigonometría. Las mismas les fueron decisivas para aprovechar la alternativas de quedarse en este mundo. De otro modo se habrían perdido al alejarse de sus colmenas, puesto que estarían en el caso de navegantes sin brújula, que en alta mar les faltara la estrella por la que se orientaban. En efectos, las abejas al salir de casa, trazan un ángulo entre el sol, el panal y la dirección que toman. Es increíble, pero miden con exactitud de computadoras las fluctuaciones en los grados de ese ángulo, causadas por el movimiento del sol y por el de ellas.

Aplican esa facultad de igual modo en los días opacos, porque perciben la posición del astro rey, a través de los rayos ultravioletas que logran siempre atravesar las nubes. Los entomólogos del mundo han logrado respuestas a centenares de interrogantes sobre estos seres que monopolizan en la tierra la formula de la miel. Pero están conscientes de que son mucho mayores los secretos por descubrir que en ellos depositara la naturaleza. Son los únicos irracionales con una noción sagrada del trabajo, que comparten el principio bíblico de que la pereza es un pecado capital y que por tal razón lo sancionan con la más severa de las penas. Todo esto lo apreciamos en el desprecio con que los matan cuando exceden el numero en que se les acepta como reserva para la reproducción.

La abeja reina no gasta su pólvora en zamuros, pues usa espermatozoides en los huevos que van a producir abejas laboriosas y se los niega a los que va a producir zánganos.

Los pobres se parecen a los reposeros crónicos, pero al menos tienen la justificación de su debilidad genética. Tienen mama pero no papa, porque nacen de huevos que no han necesitado de ningún espermatozoide que los fecundara. No hacen ningún oficio e incluso se mueren de hambre si les faltan las criadas que les den de comer. En el fondo de todo ellos son victimas de un sino biológico, por el cual acumulan todas sus energías para el día de la gran prueba, durante el cual alcanzaran el máximo honor y no sabe uno si el máximo pacer junto con la madre.

Esto les sucederá cuando una reina joven emprenda el vuelo nupcial, con el fin de fundar su propia nación. Todos los zánganos correrán tras ella con la esperanza de ser los primeros en alcanzar sus favores. La mayoría perecerá en este vano anhelo. Y aún los cinco o ser, que después de impacientes turnos, cubran a la coqueta e inmisericorde alada, habrán cavado en el aire sus propias sepulturas. La reina escogerá con su olfato un paraje vegetal apropiado, improvisara un nido a buen recaudo y pondrá huevos fertilizados. De allí saldrán obreras, que de inmediato irán en busca de néctar para alimentarse, para segregar cera y para acometer la construcción de la colmena.

Edificada esta, cada insecto acarreara diariamente hasta setenta miligramos, ¡casi el doble de su peso! En néctar, que en las celdillas y mediante cambios químicos que aun se desconocen, darán lugar al famoso fluido enaltecido así por Salomón en el Cantar de los cantares: miel y leche hay debajo de tu lengua, amada mía”, Del polen que les reste después del que depositan en las flores hembras, obtendrán proteínas, vitaminas y azúcares para el propio consumo, para la elaboración de la jalea real. Esta les es servida a todas las larvas en sus primeros tres días, pero de ahí en adelante será reservada para las elegidas como futuras soberanas. Debe comunicarles una gran fuerza, por el gran tamaño que alcanza, por su capacidad para generar mas de mil quinientos huevos diarios y por su longevidad de tres años o mas, doce veces superior a la de las obreras.

Hoy sabemos que el olor de las flores descubiertas por las abejas, les ayuda a volver a ellas, pero es a través de una danza en círculos con la que evidencian la complejidad de su trigonometría, como les informan a las demás de la ubicación del dulce caudal que encontraron.

Su distribución del trabajo es por especialidades, sino por periodos. En sus primeros 18 días la obrera hace el aseo urbano, vigila el aire acondiciona, es constructora de celdillas, da comida a la reina, a los bebes, y a los zánganos, almacena néctar y óllen y produce miel. Posteriormente se dedicara a localizar la materia prima y a acarrearía hasta las factorías del panal, ¡Y pensar que con tales ejemplos, hay quien hable mas de los insectos!

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